La síntesis del resultado de la DEA es un estruendoso fracaso, especialmente por haberse convertido en un instrumento político al servicio de los intereses geopolíticos de los sectores más poderosos de Washington.
Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Hace 52 años, el Gobierno de Richard Nixon aprobó la creación de la Drug Enforcement Agency, (DEA) por sus siglas en inglés.
Corría de forma dramática la guerra de Vietnam y el Ejército norteamericano, indujo, aupó y toleró el uso de drogas por parte de los soldados que enfrentaban combates en ese país del sudeste asiático. Era la manera de poder estimular a los soldados a ver morir a mucha gente, incluyendo a miles de sus propios compañeros y ver a tanta gente desmembrada, sin que se les bajara la moral y desertaran, al observar tanta brutalidad para lo cual, la mente humana, tiene sólo un nivel de resistencia antes de quebrarse.
Tras la aparatosa derrota del ejército de USA, y regresando los soldados a sus casa, la mayoría trajo consigo el síndrome de la guerra, en la cual no podía dormir, y muchos tuvieron que ser hospitalizados, para tratarlos, desintoxicarlos y otros muchos, adictos ya, demandaban dosis cada vez mas altas de drogas y en ese tiempo se inicia la exportación de marihuana y cocaína desde Colombia, Perú y Bolivia para los centros poblados más importantes en Estados Unidos, utilizando a Miami como el lugar de base de ese negocio incipiente.
A finales de los setenta y toda la década del 80, el negocio creció y el producto de ese negocio, es decir, el lavado de millones de dólares se inició en Miami, Nueva York, Chicago y Los Ángeles y los Bancos de gran renombre participaban en estas actividades de Blanqueo de capitales y Panamá siendo un Centro Financiero también se dio esa actividad, sin embargo la actividad de la seguridad de Panamá fue felicitada en varias ocasiones por la DEA por la eficiente lucha contra el narcotráfico.
Cuando el Almirante John Poindexter trató de imponer la tarea a la Fuerzas de Defensa de Panamá de encabezar la invasión militar a Nicaragua, al negarse Manuel Antonio Noriega Moreno, la frase de Poindexter Secretario de Seguridad Nacional, asistido por el Coronel Oliver North, fue: “Aténgase a las consecuencias”.
No pasaron ni quince días, cuando empezó la campaña por parte del Gobierno Norteamericano declarando que Noriega era el narcotraficante más grande la historia, y solo meses antes era reiteradamente felicitado por la DEA por su colaboración eficaz en la lucha contra las drogas.
Ya en marzo de 1987, cuando se da el golpe de Macías, la Unidad 470 de inteligencia militar de USA acantonada en Clayton, estaba al frente de la organización de dicho movimiento. Se dieron otros intentos en la misma dirección con diferentes personajes y no es hasta el día 3 de octubre de 1989, cuando logran consolidar una intentona más peligrosa, incluso llegaron a tener a Noriega retenido y se tenía ya organizado un nuevo gobierno del que participaban algunas figuras de oposición.
En toda esta guerra de baja intensidad en que USA había bloqueado a Panamá, con el ánimo de causar una grave angustia nacional, mientras unían desde Washington a la oposición de aquel entonces, se desarrolló en todos los medios del mundo entero, la narrativa de la DEA que “Noriega era parte de la estructura de Pablo Escobar Gaviria”. Es decir, la DEA se convirtió allí, lejos de una agencia profesional para combatir el narcotráfico y el lavado de dinero, en una agencia política al servicio de los intereses más oscuros de Washington.
Cuando El Ejercito de USA detuvo a Noriega y lo trasladó para Miami, no tenía las pruebas que dijo tener. Así es que el Fiscal General de USA, Dick Thornburgh, tuvo que negociar con el narcotraficante confeso y condenado a cadena perpetua Carlos Enrique Lehder Rivas, quien confesó como testigo contra Noriega y nunca lo había conocido ni tratado pero los norteamericanos requerían un elemento creíble para imputarlo, pero a cambio de ese “trabajito” de Lehder, él pidió suspensión y absolución de la condena, una nueva identidad y poder salir a Alemania, ahora está en Colombia.
El asunto es que, después de cumplida la condición de su acusación a Noriega acordada como parte del pacto con el Fiscal General, Lehder reclamó el cumplimiento del acuerdo y tuvo que escribir al fiscal de entonces y al presidente y amenazó que iba a confesar los detalles de este acuerdo y entonces el gobierno lo sacó de prisión, le abrió identidad nueva y le permitió viajar a Alemania, tierra de sus ancestros. El acuerdo tuvo a un tris de ser revelado y las truculencias conque se maneja la DEA y la justicia el USA.
Desde su creación, la DEA, hace 52 años, los consumidores en USA se ha elevado a la enésima potencia, el narcotráfico se ha multiplicado como nunca antes visto, y los volúmenes del lavado del dinero proveniente de esa tragedia ascienden a casi un billón de dólares al año, que se lavan en los grandes centros financieros especialmente de Europa y USA.
La síntesis del resultado de la DEA es un estruendoso fracaso, especialmente por haberse convertido en un instrumento político al servicio d ellos intereses geopolíticos de los sectores más poderosos de Washington.
El narcotráfico es una desgracia, pero qué hace el gobierno de Estados Unidos para enfrentar la causa y razón por la que se oferta desde distintas partes del mundo los narcóticos que demanda una sociedad sumergida en una profunda crisis existencial como la norteamericana y la europea.
Venezuela el nuevo objetivo
Ahora sale el gobierno norteamericano con todas sus agencias y encabezados por el secretario de Estado que Venezuela es el responsable de su situación y anuncian que, el presidente de ese país; es el responsable de todo y el narcotraficante más grande de la historia, es decir, la misma narrativa, solo con cambio de nombre y de país y ahora con la fecha de hoy.
Han puesto precio a la cabeza de un presidente de otro país con extraordinaria ligereza, mueven parte de su fuerza naval hacia las proximidades del mar territorial venezolano, pero además en Panamá, bajo la cobertura del memorándum firmado por Frank Abrego y Pete Hegseth con el patrocinio de José Raúl Mulino que lidera un gobierno entreguista, con el pretexto de seguridad para el Canal de Panamá, han estado moviendo equipo militar, aviones de combate F-16, avión AWACS, de transporte de tropas, helicópteros de transporte y de combate entre ellos, apaches en distintas bases panameñas con preferencia en la antigua base de Howard, la pista más grande en Centroamérica con capacidad para resistir aviones grandes y pesados del ejército de USA. Que, ha sido el centro de coordinación de ejercicios militares que apuntan al parecer al objetivo de invadir a Venezuela.
Preparan invasión a Venezuela?
Varios lideres del continente se han pronunciado con respeto a estos peligrosos movimientos del ejército y el gobierno de USA. La mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, quien esta jornada condenó ese tipo de acciones: «No al intervencionismo, eso no solamente es convicción, sino que está en la Constitución», expresó.
Del mismo modo, su par venezolano, Nicolás Maduro, manifestó el pasado lunes que: «Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela ni debería tocar suelo sagrado de Suramérica».
«Nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras las defendemos nosotros, las liberamos nosotros, las vigilamos, y las patrullamos nosotros», añadió.
La tensión está alta, pero en el caso venezolano el pueblo está organizado por si a algún loco se le ocurre prender las praderas latinoamericanas.
El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
