Simón Bolívar: Precursor Del Antifascismo

(A 242 Años De Su Natalicio)

Por. Jaime Flores Cedeño

Prof. de Filosofía e Historia, Abogado,

Con especialidad en Derecho Laboral.

Simón Bolívar

En la época que le correspondió vivir y luchar al Libertador Simón Bolívar (24 de julio de 1783- 17 de diciembre de 1830), en contra del dominio colonial de España en América, estaba muy lejos de prefigurarse el concepto fascismo, que tuvo su desarrollo en la Italia gobernada por Benito Mussolini y luego por Adolfo Hitler en Alemania, no obstante, el fascismo tiene su base en los postulados de supremacía, explotación, dominio, represión y muerte, que no fueron ajenos a los más de 300 años de dominio español en América.

Con fundamento en lo anterior, cuando el Libertador jura en el Monte Sacro un 15 de agosto de 1805, liberar a América, hace 220 años, constituyó el principio de un largo recorrido que lo llevará a expulsar a los españoles del continente, causantes de uno de los más grandes genocidios de la historia en contra de una población indígena que tenía su vida y costumbres propias de su realidad social, pero que no les impidió construir grandes templos y comunidades, como las edificadas por los Aztecas, Incas o Mayas, que hoy siguen asombrando al mundo.

Los fascistas durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente, Hitler, dio las órdenes de cometer genocidio contra judíos, comunistas y opositores, que enfrentaban su régimen de terror basado en una falsa superioridad de la raza Aria. El fascismo no culminó con la guerra, se extendió a otras esferas, ejemplo fue España, donde Francisco Franco, con sus falanges, dieron muerte a miles de adversarios, muchos de los cuales aún no se encuentran sus restos.

El Libertador, contrario a los colonizadores españoles, que veían a los indígenas, negros y mestizos como inferiores, supo reconocer su valentía y ansías de libertad, logrando incorporarlos a su ejército liberador, que salió triunfante en un continente, espejo de pobreza, explotación y sangre rebelde, que tuvo sus mártires, indígenas y cimarrones.

De Bolívar se ha escrito mucho sobre sus grandes proezas en los campos de batalla, junto a otros próceres, sin embargo, el Libertador como se ha referido en diferentes obras era un ser humano que compartía con el pueblo, no se sentía superior y poseía firmes convicciones que lo llevó a recorrer cientos de kilómetros de la geografía suramericana con el ánimo de hacer realidad su juramento en Roma. Ese camino fue seguido por el Presidente Hugo Chávez, más de un siglo después, que, en todo momento y lugar, expresaba que su inspiración era el Libertador Simón Bolívar.

Un viajero británico lo describió en 1811 de esta forma: “Entre todos, el joven Bolívar sobresalía por su voz penetrante, su actitud inquieta e imperiosa, y en especial, por el fuego inolvidable en sus ojos, que quemaba con total intensidad, como la de un conquistador o un visionario. Era pequeño de estatura, delgado, algo trigueño, de frente angular y sienes hundidas, de manos y pies pequeños y el traje de un caballero europeo… Lo escuché hablar y aunque no conocía el idioma muy bien, entendí que dijo que moriría antes de permitir que su país fuera un esclavo de España. Tenía una presencia imponente en el salón y todos parecían saberlo. Me contaron que era noble de fortuna considerable, pero que estaba decidido a darlo todo por la libertad de su país. Me pareció que ese joven estaba destinado a una muerte temprana o al heroísmo extraordinario”.

En su natalicio no debemos olvidar su afán de libertad inculcado por sus maestros, entre estos: Andrés Bello y Simón Rodríguez, llamado el “Rousseau americano”, por su erudición filosófica. Esos postulados de libertad provenían de la Europa Moderna, que había presenciado una de las revoluciones más impactantes de la historia, como fue la Revolución francesa, que abanderaba la “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, aunque esto no se practicó a sus colonias en América, ejemplo Haití, que vivía un sistema despótico de esclavitud, que los impulsó a liberase en 1804, “primera República negra- esclava independiente”.

Libertad y Fascismo, constituyen dos conceptos antagónicos en la actualidad, porque el segundo oprime, reprime, expulsa y sanciona, todo pensamiento contrario, incluso, bajo una supuesta careta democrática.

El Libertador tenía una capacidad incomparable de analizar la realidad continental y la geopolítica, motivado por este razonar decidió convocar al Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826, como un proyecto de Unidad o Liga, como lo hicieron los griegos hace miles de años, que cohesionara a los territorios recién emancipados para defenderse de una Nación que años antes había proclamado la “Doctrina Monroe”, cuya finalidad era expansionista.

Su famosa frase expresada en 1829, resumía este pensar al decir que: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad”.

Bolívar, a pesar de que nunca estuvo en el Istmo, siempre le guardó admiración, así lo reveló en una carta enviada al general José de Fábrega, con respecto al Acto Independentista del 28 de noviembre de 1821, en la que manifestaba: “No me es posible expresar el sentimiento de gozo y admiración que he experimentado al saber que Panamá, el centro del Universo, es segregado por sí mismo, y libre por su propia virtud. El Acta de Independencia de Panamá es el documento más glorioso que puede ofrecer a la historia ninguna provincia americana”.

Años ante que Bolívar encaminara su lucha otros Latinoamericanos habían realizado importantes proclamas, principalmente, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, escritor peruano había escrito su famosa “Carta a los españoles americanos” (1792) y Francisco Miranda, se proyectaba con la célebre “Proclamación a los pueblos del continente colombiano” (1806).

En América Latina y el mundo, impera en algunos sectores de organizaciones y partidos el actuar fascista, que es frenado por todos aquellos que luchan por un mundo en libertad, igualdad y verdadera democracia, donde los pueblos que representan el motor de los cambios políticos, sociales y económicos, tengan un mayor protagonismo, similar al proceder del Libertador Simón Bolívar, quien sin importar los obstáculos y hasta poner en riesgo su propia vida, avanzó hacia el destino insoslayable de la libertad.

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