El Noble Y Digno Corazón De Un César.

¿ Quién es el arlequín o enfermo del alma?

Recién el abogado José Raúl Mulino, atacó a los que, en buena lid, en democracia,  nos valemos del disenso y la crítica . Críticos de cafetería, fue la frase que usó.

Recuerdo a un emperador Romano, que cuando cabalgaba junto a su tropa, un ciudadano le gritó improperios. Cuando la tropa procedía a arrestarlo, el Cesar los detuvo. Déjenlo, mi alma y mi corazón no lo escuchó. Y por ello ni caso le he puesto. Es un alma enferma y desvariada.

Tengo para mi, que el señor presidente, de ciencia política o teoría democrática, no conoce nada. Conocerá a ALEXIS TOCQUEVILLE, que escribió sobre el disenso democrático, como fundamental en democracia. Me pregunto, ¿ conocerá o habrá leído a Habermas, Dorking, Umberto Cerroni, juristas y filósofos que ha teorizado el concepto de la democracia deliberativa y participativa?

No es un ataque personal , menos subjetivo; no hay necesidad de ello contra el sr. José Raúl Mulino. El presidente no se da cuenta, que el mismo se anula y con ello, eleva la dignidad y la estatura moral de sus  detractores.

Dice un dicho, que pobres de aquellos de alma y corazón     que destilan odio, resentimiento y desprecian a la gente; esos padecen del síndrome del megalómano. Tienen un ego, lejos de toda cualidad de humildad. Solo ellos tienen la razón. Los demás no.

Seguro estoy, que en país , tenemos mentes e inteligencia, que critican desde el altar y la tribuna de la patria. No les abriga ofender, menos herir subjetividades, del que por infortunio del tiempo y la vida, tiene a la nación sobreviviendo trágicamente.

Jamás he escuchado, a un Silvio Guerra, a los dirigentes antiminas y muchos, valiéndose de frase subjetiva y ofensiva contra Raúl Mulino. Sin embargo este da lengua suelta a sus ataques adhomines.

Resulta obvio, que hay una clara intención de anular el debate crítico y de altura. Y lo anterior es así, porque el diálogo y debate con ciencia e inteligencia, es como el fuego, quema y desnudas a los falsos y mediocres, que desde el poder,   se creen superiores y torquemadas. ( incendiarios)

En que mente cabe, reducir el disenso a su mínima expresión. Será reducir a la sociedad a una especie de silencio de muertos y ánimas.

Por los lados del poder, estas realidades tienen agravarse y degenerar; no hay indicios de cambio alguno.

Los jóvenes hoy tienen la oportunidad de darse cuenta, de que así operan las élites del poder económico y el régimen de la contracultura democrática.

Como escribió Ernesto Sábato, tarde o mas temprano, veremos la luz al final del túnel.

La república padece de una enfermedad trágica. Naufraga con brújula extraviada.

No podemos continuar por esos escabrosos caminos. Padecemos de una institucionalidad agotada que hace que la modernidad del estado se de a puñetazo consigo misma.

Recién la Estrella de Panamá, pudo al desnudo la pobre legitimidad social del poder político( sobre todo el ejecutivo). Como se puede gobernar sin tener capital social. Peor en las condiciones y circunstancias mediante la cuales accede al poder.

No se trata de abanicar una suerte de golpe de timón, sino que ejercer el poder en tales condiciones, debería constituirse en un escanario para que los huérfanos de la bendita social y popular, se armen de la voluntad soberana y convoquen a los ciudadanos para la escogencia o no de una gobernanza, sin la patología que sacude la realidad hoy.

No estamos refiriéndonos a un proceso constituyente. Sino a un referéndum para un nuevo escenario democrático  y estado social de derecho

Somos del juicio, que el país, no puede seguir con tales niveles de agotamiento.

Grande sería la iniciativa del gobierno y el presidente José Raúl Mulino, someter el cargo de presidente, a la voluntad y decisión del pueblo.

Lo anterior valdría también para la asamblea nacional de diputados. En el caso de los magistrados de la Corte Suprema, él ejercicio de su cargo sería temporal.

Nada de lo escrito, tiene que ver con golpe de estado o cuartelario. Sencillamente aprovechar la convocatoria del soberano, de cara a dar saltos de calidad y sobre todo anular el vaivén de una mesa de cuatro patas frágil y temblorosa.

El pueblo quiere democracia y lo que tenemos es contra democracia.

Referéndum para la democracia y nuevas elecciones  Estamos a tiempo.

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