Del nihilismo y de lo inútil, nada sale.|

Por: Dr. José R. Acevedo C.

La filosofía de Nietzche desarrolla el concepto del nihilismo, para expresar la improductividad de la nada, de tal manera que, en otras palabras, de lo inútil nada útil puede salir. Dentro de este contexto no esperábamos resultados de la mesa de diálogo del Fondo de Invalidez, Vejez y Muerte, identificado como IVM. Las personas designadas concluyeron y consumieron tiempo y recursos escasos, obteniendo nada y de la nada, salvo la explicación del génesis, nada sale.

No podía haber resultados, por varios factores conocidos por quienes la propusieron e integraron. Veamos algunos de ellos.

1. Ausencia de voluntad política y autoridad. En este sentido el Poder Ejecutivo se lavó sus manos, sentó un grupo de personas en una mesa, estando ausente de voluntad política para tomar decisiones y de autoridad, esto es un representante con credibilidad y con la posibilidad de tomar decisiones del gobierno. En la mesa este personaje no estuvo presente, al no ser designado, de tal manera que el coordinador totalmente cuestionado y desacreditado en los medios de comunicación, debió ser reemplazado y además, no gozaba de la alta representación de la autoridad política.
2. Limitación de información. Tanto los representantes de la Caja de Seguro Social, como la Contraloría General, no presentaron el verdadero estatus económico y financiero del IVM. Esa información se proporcionó fraccionada e incompleta. Los informes actuariales no se presentaron o se hicieron de manera incompleta. Se desconoce aún cuantas personas están por pensionarse en estos seis años y el costo de las nuevas pensiones, así como el día de agotamiento de los recursos de este programa solidario.
3. Ceguera ideológica y política. Los representantes de algunos gremios sin conocer la crisis interna del IVM, antes de sentarse en la mesa ya se oponían a las medidas paramétricas necesarias, como aumento de la edad para pensionarse, acabar con las jubilaciones especiales, aumento de cuotas y otras. Sin estos cambios necesarios, el programa morirá a corto plazo y esas personas, algunas ya pensionadas o por obtenerla, sufrirán las consecuencias de su fundamentalismo ideológico y político.
4. Resistencia de regresar al programa de reparto definido o solidario. Aquí existe una paradoja inexplicable. Siendo la lógica la luz que atraviesa la oscuridad e indica el camino a seguir, conociendo sobradamente la mayoría de los integrantes de esa mesa que el programa de cuotas individuales es una ficción para las pensiones, toda vez que, los jóvenes a partir del año 2011, serán incapaces de ahorrar lo suficiente para pagar sus pensiones y después de un estimado máximo de diez años, sus reservas se han agotado, ya no podrán cobrar mensualmente sus cheques o depósitos a cuentas, casi todos se resistieron regresar al programa de pensión definida, hasta ahora la única solución posible, porque precisamente este programa entra en crisis porque los nuevos cotizantes desde el 2011, hasta ahora, no abonan cuotas al programa de reparto definido o solidario y cada mes, este va consumiendo sus reservas sin recibir la renta sustitutiva. Es que el IVM se financia por la aportación solidaria de los más jóvenes a los mayores y así sucesivamente. En la medida en que existan más cotizantes jóvenes aumentan las reservas y el programa se mantiene.
5. Costo político. Ya existe un costo político negativo para el Ejecutivo, al no tener en la mesa alguien que tomara decisiones. El fracaso de ese diálogo es su responsabilidad, salvo que se pongan los pantalones largos y tome la decisión correcta, medidas paramétricas importantes y contundentes, y regresó al programa solidario. De no hacerlo, no hay duda que vendrá una crisis económica sin precedentes para miles de pensionados, que no tendrán recursos económicos para subsistir.

Edad mínima de 65 años de hombre y mujeres, la expectativa de vida se sitúa arriba de los 75 años o más; cuotas mínimas de treinta años; eliminación de las pensiones especiales y la equiparación del máximo de estas; regreso al programa solidario y dejar el de cuotas voluntarias como lo que antes fue el fondo complementario. Es una ilusión muy temporal buscar la solución en la minería o en los recursos del Canal.