Caja de Seguro Social: NO HAY

Victoriano Rodríguez Santos

A la Caja de Seguro Social (CSS) la están destruyendo como quien rellena una charca con ripio, una porqueriza, una tumba. La repletan, pero de compromisos económicos y cavan más profunda, y menos distante, la sepultura de los cotizantes. La han usado como el agua de quebrada, que sirve para todo, pero la han convertido en charca, en este caso para ser objeto de financiamiento del sistema.

Cuando te acercas a las farmacias, te dicen que: medicamentos, no hay. Atención médica oportuna, no hay. Consultas con médicos especialistas, no hay. Insumos para operaciones, no hay. Reactivos de laboratorio, no hay. Buenos ascensores en los hospitales, no hay. Buen trato del personal, fundamentalmente de las asistentes de algunos médicos, no hay. Estudios de radiología (con contraste o sedación y hasta sin), no hay.

¿QUE HAY? Exceso de empleados, principalmente administrativos. Algunos que le pesan los pies, no por los calzados, por la edad o el padrino político (que mantiene la botella); otros (vagos), no permanecen en la oficina que les corresponde, bajo el protectorado de quien administra. Amén del uso del celular, que no lo sueltan ni para comer.

Se escucha sobre la renuncia de Dino Mon, director que llegó con el propósito de joder a la población cotizante con el proyecto, convertido en Ley 462. Que, si se va de embajador o no, es otra de las atrocidades del actual gobierno y de la población que aún soporta.

Se especula también sobre el advenimiento de quien invirtió tantos recursos en informática, como director de la CSS, que, según los entendidos logró el mayor deterioro posible de la información, pero la población asegurada, esperando Maná del presidente. Sigan durmiendo de ese lado.

Todo parece indicar que el presidente Mulino, en sus nombramientos, solamente conoce a los que trabajaron con Cambio Democrático del gobierno Martinelli, ya que un alto porcentaje de su administración (ministros y demás), provienen de aquella gestión. El brillo de la frente puede ser vaselina, no inteligencia.

En hospitales y policlínicas, algunos directores médicos, hacen lo que mejor consideran para su personalizada administración, no para el paciente ni para el beneficio de la CSS. A tal grado que algunos han dejado sin médico a pacientes, incluso crónicos, peor, cuando se trata de médicos especialistas y hasta únicos en ese tipo de tratamiento.

Por otro lado, se sabe que la CSS (léase Hospital Susana Jones Cano) viene pagando más de 60,000 balboas al año por el mantenimiento por 14 consultorios (espacio que no se le permite usar), en la torre San Judas Tadeo, en Villa Lucre, en lo que constituye un verdadero escándalo.

La compra de los consultorios data del 2012 (13 años). Si a ese pago anual se le suma el valor ya pagado por el consultorio, pudiera considerarse un derroche de dinero de la CSS. Cuidado una lesión patrimonial (o peculado). ¿Quiénes son los beneficiarios y quienes guardan silencio cómplice? Soy el Hijo de Juana. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, máster en Recursos Humanos.

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