Bolo Le Pagó A Los De 5000 Y Cruzó A Los Que Marcaban Y Cumplen Sus Labores

Parece Que Siempre La Cuerda Se Revienta Por Lo Más Delgado!

Informes que llegan a esta redacción y que se hacen eco distintos medios indican que en la primera quincena de mayo no cobraron alrededor de 500 funcionarios de la planilla permanente de la Asamblea, gente que marca y tiene funciones presenciales, incluso de más de diez y veinte años de labores.

Esta acción es al margen de la ley, porque la retención de cheques sin que exista un debido proceso o una orden judicial es arbitraria e ilegal, cabe señalar que esto puede constituir un delito penal de extralimitación de funciones, además, de apropiación indebida de derechos adquiridos.

Desde este medio estamos claros que las botellas, aquellos que no van a la Asamblea y tampoco tienen funciones específicas dentro del organigrama de ese órgano como el resto del gobierno, no se les pague, todo ello, basado en auditorías que deben ser de conocimiento público, y el propio funcionario, tiene que saber si se le está investigando para que pueda tener el derecho a la defensa, pero que no se agarre de chivo expiatorio a funcionarios, sobre todo de bajos niveles de salarios que, sí cumplen para justificar acciones que solo sirven para propaganda en los medios.

Lo que observamos ante este exabrupto es que se sacrifica a la parte más débil del eslabón legislativo en beneficio de los poderosos, aquellos que pueden tener grandes padrinos y que son intocables, porque los cheques, se les entrega a personal del diputado para que ellos reparta a su conveniencia.

Hacemos el llamado al Contralor de que haga auditorías en distintas dependencias del Estado, incluyendo la Presidencia de la República y que explique el sustento de su planilla de decenas de funcionarios que ganan más de 5 mil dólares en la propia Contraloría sin tener justificación real y que deje de amenazar a los educadores que hoy desarrollan una jornada de docencia nacional para enseñar a todos el valor de la lucha por la libertad y la decencia que, ahora están conculcadas junto con el derecho a expresarse libremente.