Si tenemos presente las declaraciones descalificadoras y amenazas de todo calibre del Presidente sobre el Sindicato de la Construcción, la demanda de disolución contra esa organización anunciada el 17/7 por el MITRADEL, no implica sorpresa alguna al grado que todo hace suponer que se tomaron el tiempo necesario para su presentación sólo a la espera de algunos eventos que han debido considerar para darle sustento y credibilidad a la acción judicial.
No es primicia decir que las actuaciones del Suntracs han merecido apoyos solidarios, por un lado, y, por el otro, reacciones públicas en contra.
Es obligante también reconocerle al Sindicato que haya mantenido una posición de vanguardia en las luchas sociales de interés general. Al igual que, por el esfuerzo del Suntracs en sus negociaciones con la patronal del sector, sus afiliados gocen del mejor estándar en materia de condiciones de trabajo, reconocido así en Pmá. como en el exterior.
El Suntracs desaparecerá?
No desaparecerá aún si el Ejecutivo obtuviera un fallo a favor. El derecho de organizar Sindicatos va a sobrevivir a Mulino y a todos los gobiernos que le sucedan.
Lo cierto es que la actuación de los trabajadores no cuadra con la política de Mulino en su afán de imponer medidas a tabla rasa, gústele o no a cualquiera persona, sector u organismos de la sociedad, sin distinción alguna, con la única y exclusiva excepción del sector empresarial porque con el cogobierna a sus anchas.
En la trama política del cogobierno con el sector privado, es que debe entenderse la demanda del Mitradel.
La derecha panameña esta ultra complacida con la gestión de Mulino porque en su primer año de mandato ha recompuesto las relaciones de poder en la sociedad desplazando y neutralizando al sector social en su conjunto. Esto no significa que los gobiernos anteriores no fueran de derecha. La diferencia con Mulino es que habla y decide sin remilgos y ejecuta sin remordimiento. Reduce los espacios de concertación y desconoce las regulaciones legales a su conveniencia o capricho. Todo esto le ha sido posible hacerlo porque cuenta con el visto bueno y el apoyo siempre posible del poder de los EU, para cuya eventualidad le vino como anillo al dedo la firma del Acuerdo de Entendimiento (Memorándum).
Con el ego empoderado, los patrones apresuran sus pasos para exigir todo lo que supere aquello que, como ellos admiten, han soportado desde1972 para acá. Iniciarán su cruzada de revancha contra el Código de Trabajo. Y cuáles podrían ser las áreas que les interesaría ajustar para potenciar sus intereses?
En MATERIA INDIVIDUAL:
1- reducir costos laborales, sea en el tema de recargos, intereses, horas extras y donde consideren que exista un gasto inmerecido.
2- flexibilizar y/o ampliar los despidos, en especial los que tengan o debieran tener como causas de índole económica.
En MATERIA COLECTIVA:
1- reformar las reglas para la constitución de los Sindicatos en el fin de detener o restringir su crecimiento,
2- modificar las reglas para la capacitación y educación sindical a cargo de las organizaciones de trabajadores,
3- reestructurar el régimen legal de la negociación colectiva, para que incluya condiciones para presentar Pliegos de Peticiones, materias susceptibles de negociar, la huelga y otros,
4- limitar los fueros en términos generales.
En MATERIA PROCESAL.
1- acentuar la dependencia del Coordinador de las Juntas de Conciliación y Decisión del despacho superior del Mitradel. Se haría rigurosa la alternatividad de los trabajadores, mientras se asegure la permanencia de los empleadores en esos Tribunales tripartitos.
2- redefinir los Procesos Abreviados para que lo sean en lugar de ser procesos comunes y lentos.
2- regular trámites para decidir controversias.
Sean estas materias u otras distintas, lo cierto es que la reforma a la legislación laboral (sea al Código, Leyes especiales o Decretos Ejecutivos) se impulsara con el argumento que mejor simule el objetivo de reducir a su mínima expresión las voz y las acciones del sindicalismo panameño.
De todo esto ya se habla a sottovoce, en medios de comunicación social y a pleno luz del día.
Los sindicatos, y el movimiento social, no pueden ni deben esperar turno para torear los golpes a paso firme porque esta vez no habrá asombros ni ingenuos.