QUIÉN PROPICIA EL CAOS EN EL PAÍS?

 

Alberto Ramos

Cada vez que se acrecientan las protestas justas de la ciudadanía, se recurre a los calificativos de impulsores del caos, del comunismo y terrorismo. Con esas banderas han violentado los derechos humanos y han endurecido el pie de fuerza de la policía nacional, hoy al mando de un oficial que quiere congraciarse no sé con quién, porque debería estar haciendo sus ejercicios para defender la patria y el canal en caso de que quieran los gringos adueñarse del mismo.

La policía se ha convertido cada vez más en el brazo represor contra el pueblo y defensora de los intereses de los poderosos. Sólo humildes caen bajo sus redadas de profilaxis social. No se ven detenciones de los grandes y medianos capos de la droga, ni los grandes lavadores de dinero, ni los enjuiciados por corrupción, ni la devolución de las millonadas de dinero que se han robado del erario público. Al parecer hay un pacto de impunidad que consiste en pasarse la bandera de la corrupción de un gobierno a otro.

Hoy estamos ante la tormenta perfecta y se necesita cabeza fría y empatía con el sufrimiento del pueblo.
El caos los crea el gobierno de Mulino y Trump. El querer que aceptemos esa ley del Seguro Social que se lleva nuestros fondos y nos condena a mendigar pensiones en la vejez, es criminal. Y allí todos los empresarios están de acuerdo.
Quieren satanizar la protesta social y no toman en cuenta las múltiples propuestas que con toda paciencia el movimiento social ha presentado en la asamblea y en diversos foros a lo largo del país. Todo ese esfuerzo es tiempo, estudio, y conocimiento para desmentir uno a uno las propuestas de Mon y Mulino para llevarse los fondos de la CSS al sector financiero.
El Suntracs ha venido volanteando desde hace varios días de 7 a 8 de la mañana.
Todo el mundo sabe que la revuelta de ayer la empezaron los policías. Desde temprano estaban atrincherados en las inmediaciones del Hospital Santo Tomás. La policía atacó a los trabajadores violando el derecho a la protesta pacífica. Y si esto es muy grave, más grave es atacar con gases lacrimógenos en los alrededores del hospital Santo Tomás, del hospital del niño donde están los enfermos niños y adultos vulnerables, acrecentando sus dolencias. No es la primera vez. Ya es su costumbre de reprimir con gases cerca de hospitales. Sino pregúntenles a los enfermos, vecinos y personal de la Caja de Seguro Social.
Ellos pudieron acercarse a conversar con los trabajadores y llegar a acuerdo. Pero no, ellos querían reprimir dar una lección.
Cuando tú arrinconas a los trabajadores, sobretodo de l construcción, no esperes que no van a enfrentarte, sobre todo después de esta burla que lleva meses.
No estoy de acuerdo con tirar objetos desde altura, porque la fuerza de gravedad los transforma en objetos que causan daño corporal, tal cual como se dio con algunos policías. Pero se estaban defendiendo, la policía los estaba reprimiendo y en ese momento de desesperación, los trabajadores empezaron a defenderse con lo que tenían en sus manos.
No sabemos cuántos trabajadores están heridos.
Ahora se aprovechan y los llaman terroristas, maleantes, desalmados, fascinerosos. Pareciera que estuvieran calificando la gestión gubernamental y de los partidos políticos durante tantos años. Pero la narrativa que nos quieren vender es que los 500 trabajadores, ingenieros y administrativos son terrorista y no tienen derecho a defensa, y sus abogados han denunciado falta de información y obstáculos para su defensa.
Y yo me pregunto: quiénes se comportan como un estado terrorista? Son Aquellos que reprimen, conculcan los derechos y se entrometen en la universidad golpeando a mujeres y deteniendo sin razón a dos personas pacíficas, encarcelando y negando sus medicamentos de diabetes estando preso?
Quién es más terrorista que aquel que se nombra en único decidor de las causas del país y que no solo no defiende a la patria sino que se arrodilla frente al imperio, pero destrata a los periodistas y reprime a los ciudadanos.
Estamos ante un dictadorzuelo de pacotilla, que se reparte los nombramientos entre sus amigos de la Cámara de Comercio, como acaba de hacer con la designación de los tres nuevos miembros de la Junta Directiva del Canal, todos del sector empresarial y que no han sido capaces de levantar la voz y empinarse en la defensa de la patria.
Resumo, el tirar ladrillos es peligroso contra la integridad de las personas, sean policía o transeúntes. Hay que hacer docencia con eso. Pero no acorralen al pueblo, no lo agredan, porque de lo que llevan van a traer. La represión tampoco debe quedar impune. Porque encima de que el niño llora, lo pellizcan. Y eso es lo que hicieron ayer con los trabajadores del Suntracs de la obra del hospital del niño.

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