First Quantum, empresa minera canadiense, donde varios países participan de su paquete accionario, juegan con el país a su antojo. Están convencidos que nuestro país es una república banana y lidian con un gobierno complaciente.
No existe transparencia. Veamos. Nos pareció extraño, que de repente First Quantum, desistiera de sus demandas de arbitraje contra el país. Algo ocurrió para que esta empresa se abocara a desistir de tales demandas. Algún tipo de promesas por parte del gobierno, influyó determinante para tal desistimiento.
Sin ánimo de caer en el terreno de la conjetura, somos de la opinión, que han habido negociaciones por debajo de la mesa; es decir secreta, al margen del pueblo panameño.
Hoy nos sorprenden, con una resolución, ( tipo acuerdo) donde se autoriza a la misma empresa minera, cuyo contratos fueron declarados inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia, a disponer del cobre extraído, para su comercialización y que con el producto de esa venta, se aboque a sanear todos los daños causados por ella misma.
Es decir, la empresa no pone ningún centavo. Se estima que el valor de ese cobre de alta calidad, en el mercado mundial, asciende a sumas millonarias.
El gobierno solo informa generalidades; se excluye al pueblo de la verdad íntima de esas operaciones.
Lo concreto de esta transacción, es que tenemos de vuelta, a la misma empresa, que tanto daño causó a la república de Panamá, al punto que intentó instalar en el territorio nacional una especie de enclave. El fallo de la Corte Suprema, subrayó que ese contrato violaba más de 25 normas de la constitución.
A pesar de lo anterior, First Quantum, nunca ha parado de conspirar, usar su poder económico para cooptar y presionar, con la intención clara de retomar sus operaciones en el país. Para ello cuenta con la oligarquía y gente comprada, entre ellos medios de comunicación y el gobierno, que no repara en los fallos de la Corte Suprema, que dejó en evidencia , la tragedia que implica la explotación minera a cielo abierto.
Y peor en en la existencia de la ley que suspende todo lo concerniente a minería a cielo abierto.
Por todo lo anterior, el pueblo panameño y con justa razón, sospecha y tiene dudas sobre la recién medida, de autorizar a la misma empresa, que disponga de nuestro cobre y con ello financiar todo lo pertinente al saneamiento de todo el habitad contaminado y destruido.
Como en el caso del seguro social, hay suficiente indicios( necesarios) de que el gobierno está desesperado por un problema de liquidez y reiteradamente ha señalado, que el país requiere de los dineros y empleos que puede generar la empresa .Como reza el aforismo, » a confesión de parte , relevo de prueba».
Resulta claro, que los factores de poder económicos y financieros, que impusieron la ley 462, (oligarquía y sectores financieros del capital), son los mismos que están torciendo brazos, para volver sobre los caminos de la explotación minera a cielo abierto.
Esta alianza perversa de estos sectores, no le importa si el pueblo sufre; sus negocios, cobrar deudas y a lo interno acrecentar sus riquezas.
Resulta ahora, que le endosan al pueblo, al movimiento democrático- popular, estimular la lucha de clases, la anarquía y otros cuentos chinos, cuando son ellos los que discriminan y desprecian a los de abajo. ¡ un cinismo fuera de serie!
Es un hecho evidente, la democracia y el estado de derecho, han venido a menos.
Fuerzas vivas de la nación, vienen exigiendo una apertura para un diálogo, que ponga sobre la mesa, la cuestión de la seguridad social, el tema de la pensiones. Sin embargo, estamos frente a una gobernanza, que está sorda, no escucha. Su único argumento, la violencia y fuerza bruta del estado.