Proceso De Enajenación E Idiotatización, Dirigido Por Las Élites Del Poder Económico (Oligarquía) Como Condiciones Para Hacer Del Estado Un Ente Autoritario Neo Fascho.

Por Ramiro Guerra.
Jurista, escritor y cientista político.

 

Soy respetuoso de las opiniones; sin embargo resulta preocupante, que bajo el paragua de la objetividad, la negación de la existencia de la ideología, esas opiniones terminan haciéndole el juego a los élites del poder, cuya hegemonía política se ha abierto paso, contra viento y marea.

Vamos a lo concreto. Acaso no es cierto, el fenómeno relativo a criminalizar las luchas sociales es decir llevar a la justicia a deliberar y dirimir conflictos de naturaleza o intereses políticos. Sobre todo convertir al órgano judicial, en un auxiliar del poder político.

Desde estos enfoques, la filosofía, de que el todo es relativo, niegan los fenómenos descritos, relegando lo que se denomina, LA VERDAD ES CONCRETA.

En una realidad como la que está sumergida la nación y el estado de derecho, con una superestructura venida a menos, absolutizar el argumento de la legalidad, lo reitero, lleva aguas al molino de los representantes e ideólogos del status quo, tal como se nos presenta.

Un análisis que niegue lo concreto. Es decir el estado en que se encuentra la relación o correlación estructura – superestructura. Evidente que algo no anda bien; propicia o da cuenta de una sociedad, que proyecta graves arritmias, incoherencias y limita un eficaz funcionamiento del estado de derecho, la democracia de cuya matriz se generan engendros y perversiones que conspiran contra cambios realmente de garantías, entre ellos la libertad y la democracia con ciudadanía beligerante. Estado de derecho ¿cuál estado de derecho?

Decir que soy objetivo y que no soy ideológico, no me dice nada. Bajo esas frases, consciente o inconsciente, se lleva agua al molino de los sectores que hegemonizan en la sociedad.

Señalado lo anterior, resulta evidente, que hay toda una campaña contra el denominado pensamiento crítico. Campaña que tiene como eje el anticomunismo, la izquierda y a través de los poderes mediáticos, la elevan a verdad irrefutable. El pensamiento crítico, vale, independiente de la posición ideológica que se adopte.

Lo concreto hoy, la denominada democracia liberal- representativa, después de la invasión, en su matriz, se venia en curso un engendro autoritario y de negación de la democracia.

Continuará.

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