El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
El municipio capital, ha otorgado permisos a construcciones en áreas vulnerables y éstas a su vez, han terminado colapsando. Tal es el caso del colapso de un piso y balcón en el casco viejo, en el corregimiento de San Felipe. Ahora tenemos en Ancón una construcción fuera de suelo, afectando las aceras, ha socavando un árbol de caoba dejando sus raíces expuestas, siendo un peligro latente, para transeúntes como para vehículos que pasan por esa zona de mucho tránsito, ya que amenaza en caerse en cualquier momento.
La residente de al lado ha puesto anuncio a la alcaldía y estos, la Dirección de Obras y Construcciones no proceden, lo cual significa una cohonestación de esta conducta típica antijurídica y culpable, es decir delito, frente al eventual resultado de poner en peligro la vida humana de forma deliberada y con la colaboración de las autoridades.
Este hecho ocurre a menos de trescientos metros de la oficina central de la Administración del Canal de Panamá en Ancón.
Se teme que esta situación pudiera contar con el apadrinamiento desde la Alcaldía a estos hechos que constituyen un atentado al ordenamiento territorial establecido en la Ley 21 de 1997, tal como ocurre en otra partes del Corregimiento de Ancón en el que se violan las normas fundamentales del ordenamiento territorial, por las propias autoridades, en este caso las del municipio capital.
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