Hoy amanecemos escuchando los testimonios de las abogadas que defienden la causa de los 74 detenidos en el estado de sitio a Bocas del Toro, a quienes se les ha aplicado toda suerte de torturas por parte de la gloriosa e intachable fuerza pública de Panamá al mando del ministro de seguridad Frank Abrego y de su director, el casualmente corredor de pensiones, Jaime Fernández. La lista de oprobios a estos ciudadanos va desde lo jurídico a lo inhumano, habeas corpus violado, golpeados, desnudos, algunos con heridas sin atender y amenazados hasta de ser violados carnalmente. Estoy seguro que para aquellos que en su ignorancia aplauden estas atrocidades de lesa humanidad habría que preguntarles si pensaran lo mismo si fuera su hija, su hijo, o su esposa o madre la que estuviera en esta situación, pues la brutalidad de las dictaduras suele ser desmedida. También, a esos mismos que festinam la represión y arbitrariedades de Meduca, contraloría y fuerza pública, si realmente entienden lo que está pasando y por qué está pasando?
Tratando de ser lo más simplista para explicar y haciendo de la docencia un arte, creo necesario destapar ojos, oídos y conciencias que abusan de la mediática tradicional sin análisis alguno, noticias para adoctrinar ovejas blancas rumbo al despeñadero. Y es que la crisis ha sido elevada, no por los manifestantes que han llevado sus acciones de protesta con el más digno ejemplo de civismo y democracia, pues no he visto que los obreros o maestros y docentes pretenden transgredir ese marco democrático, a excepción de Bocas que es un caso de estudio muy aparte para su comprensión, y es que la escalada de la crisis a estado en manos de un ejecutivo, un empresariado, una asamblea legislativa incendiaria que, con el apoyo de los periódicos y telediarios tradicionales, ha creado todo tipo de mentiras y epítetos contra un movimiento que es realmente una reivindicación social y nacionalista hasta llegar al punto de suspender las garantías y enfilar la represión a niveles de operación militar. Crear la idea de un Estado en peligro en que hay que poner fase defensiva de la democracia cuando es el estado el que viola la misma creando terror entre sus ciudadanos.
Y por qué matar o morir es la solución final del gobierno en la dirección estatal? Porque el ejecutivo no llegó para gobernar por las mayorías sino a beneficio de las minorías empresariales que han evadido, o robado, casi 9 mil millones de dólares al fisco, haciéndolo inoperante, deficitario en su presupuesto y dependiente de préstamos de los organismos financieros internacionales, y de allí es donde viene el “matar o morir” porque tal situación es impresentable e insostenible si no se les cobra a los empresarios, pues el índice de inversión o riesgo no va a facilitar préstamos a un país que no puede recaudar impuestos y que no sanciona la evasión. Pero el diablo sabe como jugar sus corruptas cartas y para ello me busco que la ley 462 pase todos los fondos al fisco, con la ley 51 no era así, así que irresponsablemente aseguro que tengo millones en el fisco que sustenten que como gobierno puedo pedir prestado para operar el estado, una mentira a costa de los fondos de los asegurados, todo para no cobrar lo evadido y seguir evadiendo impuestos de parte de nuestro flamante empresariado. Si esto no es lucha de clases qué es? El mismo objetivo tiene reabrir la mina y hacer los embalses, todo sin importar si como ejecutivo, partidocracia legislativa y empresariado evasor tengamos que violar todos los principios de la constitución y la democracia y convertirnos en la primera Venezuela de Centroamérica, dictatorial pero buena porque es dictadura democrática empresarial. Matar o morir porque si el ejecutivo, la partidocracia legislativa y el empresariado evasor no consiguen esos pilares a sangre y fuego no tendrán cómo disfrazar más su robo multimillonario al fisco, y el que roba al fisco nos roba a todos. Se les acabaría el negocio.
Hay que aprender que ‘la gente honrada siempre dice la verdad, pero el testigo falso dice puras mentiras” Prov 12: 15-28.