Los Discursos A Medias Tinta, Para No Decir Falsarios.    

Por: Ramiro Guerra Morales.  

Tengo reservas del cierre de las pequeñas y medianas farmacias. Lo que no puedo dejar de señalar, son los paños tibios con que el gobierno ha manejado el tema de los medicamentos y las cinco grandes empresas que controlan la distribución y el mercado de medicamentos.

Lo anterior se extrae y traduce del decreto ejecutivo que estableció la rebaja del 30 por ciento. En dicha normativa, no hay nada que obligue a estas distribuidoras a darle un descuento a estas farmacias. Ahora resulta que, los distribuidores son mansas e imperturbables palomas, subordinadas a grandes laboratorios.

Nos dirán ahora que, estas distribuidoras tienen márgenes de utilidades modestos y hasta casi miseros, que obligarlas a hacer un descuento, pondría en peligro sus negocios. Cómo interpretar, que esas distribuidoras, compran por la suma de 300 millones y algo más, pero tienen un retorno de aproximadamente 700 millones que no pueden esconder, aún cuando su operación consiste en un pase de mano desde el laboratorio a los expendedores, es decir, la típica actividad de un intermediario.

Como lo escribí, el gobierno debió establecer un porcentaje de rebaja por parte de estas empresas distribuidoras a las farmacias que, no entran en la esfera de control de las distribuidoras, de tal suerte que. no tuvieran que cargar con el 30 por ciento que fija el decreto citado.  Queda en evidencia que, el gobierno evade o pasa agachado cuando de oligopolios se trata.

Liberar el mercado, como se afirma, pueda que de algo sirva. Esa apertura no puede estar sujeta a requisitos que hagan casi que imposible tal liberación.

A propósito, acabo de tener la experiencia, primero ninguno de los medicamentos que fui a comprar, está en el listado de los 170 que señala el decreto; segundo, los medicamentos genéricos no aplican para el descuento del 30 por ciento, solo los originales; tercero, el descuento que están haciendo a los originales, han inventado una formula, cuyo resultado da cuenta de un descuento de 44 por ciento, cuando se trata de un pensionado o jubilado. Esto me ocurrió en la farmacia del super 99 de San Francisco. Le explique al lic., que el decreto no establecía ninguna distinción entre genérico u originales. El argumentó, los genéricos se venden más barato.

Otra situación, eso de solo considerar 170 medicamentos para el descuento, cuando en el mercado nacional están a la venta miles de medicamentos, deja por fuera a miles de personas que requieren de medicamentos que no están en ese listado. Sobre todo, medicamentos de precios altísimos. De esto, no dicen nada las pequeñas y medianas empresas. Seguirán vendiendo caro los productos que no están en ese listado. Lo anterior de seguro provocará un alza en los medicamentos que no están en la lista. O como se quedarán al libre mercado. Tómelo o déjelo.

Amigos, lo de discurso a medias no es un decir. Cuidado y la nariz de la calavera resulta más chata.

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