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Las cajas de madera.|

Por: M.H

El Mural Central del pleno de la Asamblea Nacional de Panamá, es de la autoría de Osvaldo Guayasamín. También un gran mural que se construyó en el exterior del Hemiciclo, pero vino la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989 y con ella unos trogloditas que, borrachos de soberbia, lo destruyeron, que eran enemigos jurados del arte y de la lucha popular.

Como se sabe Oswaldo Guayasamín, es un icono fundamental de la cultura de resistencia de los pueblos de Nuestra América; en sus obras demuestra el escalofriante ecocidio, etnocidio causado por el coloniaje español y luego por el imperialismo norteamericano. Su caminar fue en defensa de los más desvalidos, excluidos, marginados, explotados y desheredados, esa característica es una constante en sus obras. Su pensamiento y obra pictórica es una denuncia a las atrocidades del dolor humano y la desigualdad social causadas por la corona española, elites oligárquicas criollas, por las transnacionales y corporaciones imperialistas en complicidad de los gobiernos lacayos de turno que han continuado con esas prácticas de maltrato, explotación, dominación e injusticia.

En medio de los colores cálidos surge la “ternura” como la esperanza y la posibilidad de que los pueblos recobren su dignidad y se liberen. “Mientras viva siempre te recuerdo” en una serie de pinturas que son dedicadas a todas las madres del mundo, por la pureza y fuerza del vínculo entre madres e hijos. Muestra en el juego universal de sus pinceles y en el baile difuminado de la mescla de colores, la victoria del pueblo oprimido… así podría decir en esta simple y corta introducción que creo que es un homenaje al arquitecto de los brazos levantado, mirada firme, amor eterno a su pueblo y la luz que nos aclara el camino.

Y que de las cajas de madera?

Pablo Guayasamín, hijo del maestro Oswaldo Guayasamín en el acto de homenaje a los 96 años de natalicio del Comandante Fidel, dio su testimonio de cómo se fue haciendo realidad el sueño de su padre de enarbolar la CAPILLA DEL HOMBRE, para perennizar los gritos de justicia y liberación de los pueblos del continente, donde el arte será el encargado de despertar conciencias dormidas y despiertas, sacuda y limpie la zarpa fría de los mal hechores, lacayos y dictadores que sembraron de muerte o nuestra América Patria.
Oswaldo Guayasamín, propone al mundo el Proyecto de la Capilla del Hombre, no había oídos aun, ni en el nuestro ni en otros países; Fidel Castro, el comandante; respondió interesado en el proyecto de Guayasamín, fue un proyecto necesario y obligatorio. Se escucho algunas voces y buenas intenciones, nace una propuesta de que cada país aporte 10.000 dólares. Federico Mayor Zaragoza, Presidente de la Fundación Cultura de Paz, constituida en Madrid en marzo de 2000 y Director General de la UNESCO, quien impulsaba la transición de una cultura de violencia e imposición a una cultura de paz y tolerancia, plantea que cada gobierno aporte con 100.000 dólares, el primer gobernó que respondió fue Fidel, Cuba, estaba dispuesta a contribuir con esa cantidad.
Oswaldo Guayasamín, por invitación del comandante viaja a Cuba, donde se negó recibir dinero de Cuba, más bien ofreció su solidaridad al hermano pueblo cubano por el bloqueo que estaba sufriendo. La noche que se reunieron tanto Fidel, Oswaldo Guayasamín, Antonia Núñez Jiménez, Pablo Guayasamín; surgió la idea del comandante que se hicieran CAJAS DE MADERA y que Cuba pondría los HABANOS. En efecto se trabajaron 25 cajas diseñadas y hechas por las manos de Oswaldo Guayasamín, con alto relieve y pintadas con pan de oro; Cuba dono 90 cigarros, los más finos que tiene Cuba, 9 cigarros de cada marca.

Cuando estaban ya las cajas listas, hubo un encuentro de los distribuidores de habanos de los distintos países del mundo; este evento fue en el Tropicana de la Habana, pues Fidel, subió a la tarima junto con Oswaldo Guayasamín, y empezó a subastar una de las 25 cajas, cada una de ellas estaban numeradas y firmadas por el comandante y Guayasamín. La caja número uno, se subasto en 135.000 dólares, y el resto de las cajas se fueron vendiendo en distintos valores y eso genero un millón de dólares. Ese dinero inició a la construcción de la CAPILLA DEL HOMBRE.

Fidel, es invitado al Ecuador a una trasmisión de mando de uno de los presidentes, para eso ya había fallecido Oswaldo Guayasamín; Fidel, invita a Pablo Guayasamín, hijos de Oswaldo Guayasamín al hotel donde se hospedaba; Fidel, le pregunta a Pablo, que como se puede seguir ayudando para terminar la Capilla del Hombre, y el mismo prosigue y dice: «Nooo, vamos hacer 50 cajas más de cigarros», esas cajas se vendieron a 5.000 dólares cada una y se generó otro millón de dólares. Ahí no quedo la cosa, para que la Capilla del Hombre funcione, Fidel dice “vamos a hacer lienzografías, del retrato que tu padre mi hizo”, y pronto envió de Cuba a la Fundación Guayasamín 1.000 liezografías.

Cuando se inauguró la Capilla del Hombre, Fidel, asistió a cumplir con su compromiso que le hiciera a Oswaldo Guayasamín, de hacer que el sueño del pintor sea una realidad y de asistir a la inauguración. Fidel, llego a la inauguración con 30 pintores cubanos y con el Hugo Chávez; entre diálogos y homenajes a su amigo Oswaldo Guayasamín, Fidel, en una esquina de la Capilla del Hombre, le pide al comandante Chevez, que ayude a la Fundación Guayasamín para que funcione; el presidente Chávez, responde de inmediato; el pueblo venezolano, aportó un millón de dólares, con lo cual funciona la Capilla del Hombre hasta este momento.

Pablo Guayasamín, con vehemencia y agradecimiento dice: “este espacio es cubano, y es en serio, la Capilla del Hombre es territorio cubano”. Las cajas de madera hechas y pintadas por Guayasamín, cuyo contenido están habanos cubanos, son la esencia de amor de los dos pueblos, que ven y sienten la siembra de la memoria y testimonio de los hombres que enarbolaron la dignidad como principio y fin de esta especie. En la Capilla está el ¡nunca más las humillaciones!, está el grito desperado y la canción de amor de los desheredados, está la “ternura”, como lenguaje de los buenos para cambiar el mundo. Ahora las cajas de madera están en otra dimensión, pintando al cielo para que sus colores nos guíen a los pueblos en la tierra.

24 de agosto 2022
2 de la mañana’ hora de Ecuador.

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