Por: Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
JOSEPH GOEBBEIS. Una mentira repetida varias veces, se convierte en verdad. El fascismo Alemán con Hitler, hicieron gala de este recurso en la política y la guerra.
De herramienta de uso en la política y la guerra, también se constituyó factor clave para el mundo del comercio ( las ventas sobre todo en el capitalismo
Hoy los Estados Unidos, ha hecho de la mentira, un recurso fundamental para persuadir y justificar agresiones a otros países.
En un mundo, donde los desafíos que plantea la geopolítica y en ella los conflictos de hegemonía (guerra) que se vive en el planeta, el uso de la mentira para satanizar, en el caso de los Estados Unidos, para hacer valer sus intereses y hegemonía , está a la orden del día.
Lo anterior es lo que ha venido haciendo el presidente Trump, con relación a nuestro país y el canal.
Mentira burda pero repetida. Veamos, según Trump y Marcos Rubio, el canal está en poder de China. También los puertos en el atlántico y el pacífico.
Esta mentira es repetida a no parar, a pesar que lo señalado no es cierto.
China no tiene injerencia de poder en lo que refiere a la titularidad del canal. Salvo sus naves, que se sirven del canal para su comercio y que el tratado de neutralidad lo permite al igual que cualquier otra nave de otros países, aunque estén o sean actores de conflictos bélicos.
Trump, como buen actor de la mentira, ha llegado a decir, que en las riberas del canal, habían soldados chinos. Igual llegó a decir, que el canal, estaba lleno de propaganda China. Trump en esto último decidió recoger y entonces dijo, que todas estas evidencias de su mentira, Panamá las había hecho desaparecer.
Veamos el problema de los puertos. Son un peligro para su seguridad. Contradicción a la vista; en los Estados Unidos, hay puertos estratégicos que pertenecen a China.
Lo que no dice los Estado Unidos y el presidente Trump, que la empresa que maneja los puertos en Panamá, ganó en buena forma, la concesión para administrar tales puertos. Sus dueños, grandes capitalistas que operan desde Hong Kong. Cuando el gobierno de la época de la licitación, le otorgó la concesión a la empresa ganadora, que no fue la norte americana , en tanto que está presentó ofertas y condiciones no convenientes para Panamá.
Tampoco Trump, no dice, que el canal regresado a Panamá, su dueño, este estaba desfasado y que ha sido nuestro país, que lo ha modernizado, haciéndolo mas competitivo para el comercio mundial. Las inversiones que ha hecho nuestro país, para modernizar el canal, asciende a sumas multimillonarias. Tampoco dicen, que mientras el canal estaba bajo su administración, fue un recurso, que le permitió a su país, ahorro por sumas multimillonarias y que nuestro país, recibió guayabas.
Desafortunadamente, hay gente cándidas que se han hecho eco de las falsedades de Trump. Por fortuna son los pocos. Hay otros que falsean la historia y llegan a decir, que Panamá es una creación e invento de los Estados Unidos. Totalmente falso. Nuestro historiadores tienen la palabra.
Toda la trama que ha armado el gobierno de Trump, con la concurrencia de factores de poder en los Estados Unidos como la alta casta militar, que sirve a la burguesía que tiene como eje de acumulación la producción de armamentos para la guerra, con relación a nuestro canal y los puertos, han adoptado el método fascista goebbeliano, mentiras repetidas, para justificar sus intervenciones y sobre todo en los tiempos actuales de una lucha feroz de hegemonía.
Miren, hasta donde llega Trump, al afirmar que somos los panameños, los que hemos violados el tratado de neutralidad permanente. ¡Que bárbaro!
La visita de Marcos rubio, secretario de estado de los Estados unidos, ha generado un sentimiento de indignación, por la manera en que el gobierno, se plegó a las mentiras de Trump y sin vergüenza nacional, hizo concesiones, como la mediatizar nuestro poder de autodeterminación , corriendo a casi virtualmente cerrar relaciones con china. Sin reparar el daño que se le provee al país , afectándose con ello, materia en el campo de la ciencia, tecnología, apoyo al sector primario, eléctrico, educación y cultura, comercial y financiero.
Hemos dado un paso hacia atrás, por ausencia de un sentido realmente patriótico y defensa a la soberanía por parte del poder político. El presidente de la república en su reunión secreta, es el responsable de este grave traspiés, que tendrá consecuencias aún por definir y estimar y que podrían poner al país en peor condición que en 1960.
Con todo y esos altibajos, La lucha continua.
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