EDITORIAL
En Torno A La Reunión del Gobierno De Panamá Y Marco Rubio, Secretario De Estado De Los Estados Unidos.
El presidente José Raúl Mulino, en conferencia de prensa de hoy domingo, se dirigió al país.
Importante aclarar, que el concepto de soberanía, no es una caja vacía que hace mucho ruido, pero sus reales y verdaderos alcances, suelen evadirse con una retórica falsaria.
Como hablar de soberanía, dejando por fuera el poder de autodeterminación que tiene todo estado que se presume soberano.
Siempre hemos señalado que la duda es parte del recorrido para llegar a la verdad.
Veamos:
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El presidente dijo algo muy serio. Dejará sin efectos el acuerdo suscrito entre Panamá y China, relacionado con el comercio, tecnología, ciencia, educación, ayuda al sector eléctrico, y primario de la economía, del cual China tiene una cultura milenaria acumulada.
Es decir, Panamá renuncia al desarrollo del país en todos estos campos. Lo anterior significa que, el gobierno de José Mulino, cedió ante los Estados Unidos, todo lo que implique relaciones con China. Resulta evidente que nuestra capacidad de auto determinación, ha sido gravemente malograda por presiones de los Estados Unidos. El presidente Mulino fue claro, al afirmar que no firmara la prórroga de ese acuerdo que esta por vencer.
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El presidente Mulino incurre en grave error al señalar que, el estado panameño, no puede intervenir en temas y asuntos del Canal. El inquilino del Palacio de las garzas, pierde de vista que, la agresión que raya intervención en relación al Canal de Panamá, es contra la nación, su soberanía. Sustraerse de esa semejante posición de Trump, de tomarse el Canal, constituye una abierta violación a la soberanía. Cuando la Constitución se refiere a la autonomía del Canal como empresa, no se refiere a temas que van más allá del manejo administrativo, comercial, como es el tema de la soberanía en todo el territorio y el canal.
Reiteramos, transferir a la Autoridad del Canal, el tema relacionado con las acusaciones que hace el presidente Trump, está fuera de lugar. El jefe de estado, lo es el presidente y por lo tanto, su obligación y deber, estar al frente de la defensa del estado soberano.
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La otra situación que preocupa, es que Mulino y Rubio, se reunieron en privado. ¿Que? ¿Se conversó? Esto da a pensar y dudar. En estos temas la transparencia es de rigor.