El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por José Dídimo Escobar Samaniego
Hoy, a quince días, se recrudece la violencia del ejército contra su propio pueblo en Perú. El ensayo de un golpe de estado parlamentario patrocinado por el empresariado y la derecha peruana, en contubernio con el respaldo del gobierno de USA, ha encontrado una resistencia increíble en el pueblo peruano que, no admite que le quiten al presidente que ellos decidieron para que gobernara y que desde el día 1 no ha tenido paz ante muchos intentos de defenestrarlo sin importar que surgió de la voluntad popular. Piden el pueblo la restitución de su presidente, nuevas elecciones inmediatas para renovar el Congreso y la elección de una Asamblea constituyente que redacte una nueva Constitución en Perú.Como dijera con mucha claridad Andrés Manuel López Obrador, Los Estados Unidos de Norteamérica: «que siempre habla de democracia», no respeta, mientras tanto, la voluntad popular que puso al maestro rural en la presidencia. Y se prestara igual que el gobierno de Panamá que le siguió incluso sin mayores reparos en una política exterior que echó por tierra nuestro histórico papel de amigables componedores en conflictos de la región para quedar genuflexamente, apoyando golpes de estado antidemocráticos y por el solo hecho que la mayoría del pueblo escogió a un humilde maestro y que no fuera corrupto como los otros.
Nuestra política exterior ha terminado siendo una extensión de maniobra de los intereses norteamericanos en el continente y en el mundo. Atrás muy lejos quedó la política exterior torrijista que proclama: “una política exterior caracterizada por la defensa de nuestra autodeterminación, integridad y soberanía nacionales; por la defensa de los recursos naturales panameños; por las relaciones de amistad y colaboración con todas las naciones; por la diversificación de los países con los cuales Panamá desarrolla relaciones económicas; y consecuente con los principios de libre autodeterminación, no intervención, solución pacífica de las controversias internacionales, no alineamiento, solidaridad internacional, defensa de los derechos humanos, y repudio a todas las formas de colonialismo, imperialismo o hegemonismo”.
En el caso de Pedro Castillo, el golpe de Estado en su contra es; esencialmente motivado por el odio a los pobres, (Aporofobia), el cual van centenares de víctimas hasta ahora y allá, en esas profundas honduras, hemos quedado con nuestra actual política exterior, para vergüenza de nuestra nación.
¡Así de sencilla es la cosa!
6 Hay varios Likes:) Gracias...
