El pasado miércoles 28 de agosto, Xiomara Castro, presidenta de Honduras, dio por terminado el tratado de extradición que su país tenía con EE.UU. con un duro pronunciamiento en contra de este último, en el que lo acusó de «injerencia e intervencionismo», así como de querer «dirigir la política de Honduras a través de su Embajada», hecho que conocemos los panameños de primera mano, por la intervención e injerencia insolente dela embajadora Mari Carmen Aponte y también la General Laura Richardson, jefa del Comando Sur de USA situado en Florida y que sostiene que América Latina es su traspatio y por tanto establece un control militar de la Región entera.
Estados Unidos apoyo por mucho tiempo regímenes militares y civiles obedientes s EE.UU. y en esos tiempos no había reprensión a las graves violaciones de derechos humanos y a la participación incluso del ejército en actividades de narcotráfico.
Como quiera que las declaraciones de la presidenta de honduras no le han gustado a EE.UU. han acusado al gobierno de estar involucrado en asuntos de narcotráfico, aunque utilizan una foto de hace más de diez años atrás, para incriminar a allegados al gobierno.
Los presuntamente acusados han adoptado la decisión de renunciar a sus puestos en el parlamento y el ministerio de Defensa a los efectos de que se desarrollen las investigaciones sin ninguna cortapisa.
No obstante, «La injerencia y el intervencionismo de los EE.UU., así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable«, escribió en su cuenta de X, la expresidenta que ha podido sentir toda la presión que a través de diversos medios y fuerzas políticas y militares se han podido sentir en esta semana que acaba de concluir.
«Yo quiero prometerle al pueblo hondureño: no más golpes de Estado y que no voy a permitir que se utilice el instrumento de extradición para intimidar o chantajear a las Fuerzas Armadas de Honduras», aseguró la mandataria en declaraciones ofrecidas a la prensa este jueves.
El Comando Sur, por su parte, movilizó este fin de semana un escuadrón de su fuerza aérea, compuesto por aviones de combate y otros equipos de apoyo y los ubicó operativamente en la Antigua base Aérea de Howard, hoy Panamá Pacífico, sin saber el país, cuáles son las intenciones y que pretende EE.UU. con esta movilización que afecta directamente la soberanía de Panamá, dado que, cualquier acción militar que se desarrolle desde nuestro territorio nacional; vulnera nuestra seguridad porque nos convierte en objetivo legítimo de represalia.
Esta movilización de las Fuerzas Armadas de USA es inusual y no se corresponde con ningún acuerdo firmado con la república de Panamá en materia de migración y narcotráfico.
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