El presente no puede prescindir del pasado…

…y también el presente constituye la matriz de lo que está por venir.

Por Ramiro Guerra M.      

Se dice que la historia la cuentan los vencedores. Mucho de razón tiene esta máxima.

Después de la invasión, los intentos de establecer una especie de institución del olvido, ha estado a la vista. Ejemplo de ello, se borró y mejor dicho, de los programas de formación de la fuerza pública, la referencia a la doctrina social torrijista y su mentor el general Omar Torrijos.

Omar Torrijos Y Manuel Antonio Noriega

Hoy, es como encontrar un alfiler en un pajar. Los gringos que se ocuparon de formar y recomponer la institución, sabían lo que estaban haciendo. El nombre de Omar Torrijos, en el seno de la institución representaba algo subversivo. Esta realidad, vino de previo concebida en la matriz de la invasión. No solo dar curso a una realidad política y de clases diferente, sino reducir a la fuerza de defensa a cenizas.

El ave fénix, regresó como fuerza pública distanciada del pueblo e inmersa en la vieja pero modernizada en la doctrina de la seguridad nacional de USA. Peor, bajo una gran influencia de los invasores. (Un tema para investigar). Noriega cometió errores, pero fue satanizado. Pudo haber influenciado para un rumbo diferente o salida a la crisis panameña.  La pregunta que nos hacemos, hasta qué punto los gringos favorecían esa salida. Hasta qué punto conspiraron para que Noriega, se echara para atrás en su decisión de dejar el poder. Lógico, poco servía deshacerse del general, de nada servía, la fuerza de defensa en su interior estaba llena de oficiales torrijista.

Me causa pena (ajena) cómo oficiales y cercanos a Noriega, le da terror mencionar su nombre.   Volviendo al tema. Intentos de borrar la real historia de Panamá con los Estados Unidos, siempre ha estado en los planes y estrategias de los grupos o fracciones de la oligarquía. Con la invasión, lo he escrito, se reedito con más fuerza lo que, en el pasado fue el dolor y calvario del pueblo: la alianza oligarca imperialismo.

Cierto que la diplomacia tiene sus reglas. Pero he observado a la nueva embajadora de USA, conducirse como una procónsul (virreyna) que viene a ejercer o administrar una de sus antiguas colonias. Y peor, ver a funcionarios comportarse indignamente con una genuflexión proverbial que avergüenza.

En la historia política de Latinoamérica, las embajadas siempre han sido intervencionista.

Me reitero en lo que escribí, el estado panameño en una versión menos grotesca, ha devenido   modernamente y sofisticada en un estado cooptado por los Estados Unidos.

Mientras que antaño patriotas y revolucionarios, mirando para todos lados. Como el avestruz, metiendo la cabeza bajo el agua.

El ciclo tarde o más temprano ha de cerrarse. Solo basta uno solo y la lucha y causa por la dignidad no está perdida.

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