Por Ramiro Guerra .
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
En las aulas de la facultad de derecho, aprendimos que la justicia es un valor de alta catadura existencial.
Sin embargo, que alguien me explique el por qué tanto silencio de los diversos sectores jurídicos, frente a los desmanes que desde el estado, los gobernantes, hacen y que riñen contra la institucionalidad jurídica.
Lo de antes de ayer fue la tapa del coco. Pregúntenos, de que lado vino la provocación y los ataques innecesarios. Una ciudadana hizo un video, donde claramente se observa, que no tenían 15 minutos de la llegada de los trabajadores a avenida balboa y el ataque con bombas lacrimógenas fue puntual por parte del aparato que tiene el monopolio de la violencia. ¡ojalá! las autoridades del ministerio público, haga las investigaciones de manera objetiva. El procurador, por la salud de la institucionalidad, no puede aparecer como si fuera un amanuense del poder político y que el sr. presidente no se haga la idea, que manda en esa institución hasta convertirla en una agencia de persecución política de este régimen.
Tengo años de venir escribiendo, que tanto la democracia como el estado de derecho, dan cuenta de una situación fallida, en desmedro del país y la ciudadanía.
Gobiernos han pasado y llegado y la situación descrita se ha tornado más grave.
Frases como la que «si tengo que ser dictador, pues lo seré». Nos pone a pensar y está dirigida a mediatizar el pensamiento crítico, meter miedo a la población. A propósito de la fuerza pública, se sigue el modelo de Javier Miley.
El presidente del país, sin reparo alguno de legalidad, se refiere al movimiento sindical, con adjetivos y epítetos denigrantes y descalificantes, con el propósito de reducirlo a lo mínimo tal como lo dijera en la conferencia de ayer. (jueves)
El sr. presidente, en su conferencia de ayer, ordena a la ministra que no entregue fondos del seguro educativo a las centrales obreras. Terrible esa medida. Primero, la fuente de los recursos del seguro educativo, son los trabajadores. El gobierno no pone ningún centavo para formación y capacitación sindical.
Las normativas que regulan el seguro educativo, mandata que un porcentaje se dirija al apoyo sindical para menesteres a la educación sindical.
Dicho en otras palabras, el presidente se vuela la cerca de la legalidad.
Como si el país, tuviera una buena imagen a nivel internacional (que no la tiene), las declaraciones del presidente, de seguro, previa denuncia, nos colocará con uno violador de múltiples convenios de la OIT y otros convenios de los derechos humanos.
Observo la realidad, hoy muchos que se daban golpe de pecho, como luchadores por la democracia, hoy en el gobierno, ese discurso se le cayó la máscara.
Lo dije y lo vuelvo a decir, me pareció peligroso que recién asume la presidencia el sr. Mulino, dijera que su gobierno era pro empresa privada. Palabras sencillas, su base de sustentación con concurrencia de la fuerza pública. Este me parece el desarrollo de una obra de teatro de terror donde pasa el tiempo y observamos, como esa alianza nos coloca en un escenario cuartelario de la administración pública y todo el país.
Como escribió Ferdinand La Salle, la constitución ha terminado en simplemente un papel.
Aún en medio de falacias y seudo institucionalidad, hoy vemos abusos que rebasan la legalidad y la constitución. Ejemplo enviar la policía a las viviendas de dirigentes populares, para ponerlo en recaudo cuartelario.
Gramsci, en sus escritos, siempre abogó por el mecanismo de la persuasión en el ejercicio del poder. Las mentiras no son buenas consejeras para adversar y hoy vemos como el poder político se vale de estos medios, para arrinconar al pueblo y al movimiento popular.
Bien lo dijo Omar Torrijos, los pueblos se cansan de tantos oprobios y cuando eso ocurre, no hay barranco que lo ataje.
El presidente no entiende y tampoco razona, que resulta grave, cuando la legitimidad social, se pierde en un cerrar y abrir los ojos, significa que el poder se deslegitima solo. Algo de eso viene ocurriendo.
A la oligarquía les resbala lo anterior. No les importa llevar a la nación al despeñadero. Sr. Presidente, como suele decirse el estado somos todos. Su Conep y cámara de comercio, no les interesa el pueblo. En cambio usted fue elegido para gobernar en democracia. Mientras usted les sirva, estará bien pero en otras circunstancia, dos patadas y lo mandan a Siberia y hasta la cárcel.
Mientras haya pobreza, miseria, justicia mediatizada, es decir, desigualdades sociales, siempre habrá lucha.
A los profesionales del derecho, hay que volver sobre las enseñanzas del maestro Eduardo Couture. La justicia sobre todo.
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