Cuento Corto
Autor: Ramiro Guerra.
La negra Micconver, llegó de Jamaica a la ciudad de Panamá. Muy joven todavía, se dedicó a lavar y planchar las vestimentas de los obreros del canal.
¿A razón de que llegó a la ciudad de Puerto Armuelles? Por décadas fue nuestra vecina. El mismo oficio de siempre y su hija Dolores y el yerno, continuaron con esa tradición laboral.
Nunca olvido, el cuarto donde vivía. Todos los muebles eran de mimbre.
Tenía una silla mecedora, la cual apostaba todas las tardes en el corredor o pasillo del barracón donde vivíamos los de Silver City, (barrio obrero) de la compañía frutera, United Brand Company Banana.
De oída, la escuché o mejor dicho, que le pusiera atención al entrar la noche, el canto de una lechuza. Era indicio de muerte de alguien cercano.
Lo corrobore. Un día amaneció muerto Pinduko, un perro hermoso muy querido.
Cuando Micconver murió, se complicó su entierro. Inexplicablemente, el ataúd con ella adentro, multiplico por cuatro su peso. Parecía que no quería dejar este mundo
Muchos años después, me encontré en la capital a su hija miss Dolores. Me dijo, que tenía muchas ganas de verme. Ya que entre las cosas que me dejó mi madre, escribió en su testamento, que te entregará la silla mecedora de mimbre.
16 Hay varios Likes:) Gracias...