ECONOMIA CON ROSTRO HUMANO

ROGELIO ANTONIO MATA GRAU

DOCENTE

“El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad” Albert Einstein

En estos momentos históricos en la cual nos abate una crisis, la sociedad panameña esta puesta a prueba y se escucha, el sufrimiento de una gran mayoría silenciosa, pese a todo eso, ahora es cuando pueden surgir nuevos paradigmas. La coyuntura actual, nos está haciendo experimentar la peor crisis del pais desde 1989, cuando los recursos económicos financieros y naturales, parecieran que la población no los tiene a su alcance para garantizar el acceso a los derechos humanos básicos. Quiero recordar que el capital social es una herramienta esencial para construir un nuevo orden social.

Panamá ha soportado crisis a lo largo de su historia y le hemos podido demostrar al mundo a través de ejemplos concretos de capital social en acción,  que hay muchas otras formas posibles de hacer las cosas, durante la pandemia por ejemplo, a partir de allí,  hemos demostrado que existen todas las posibilidades, para construir una nueva sociedad partiendo  de un desarrollo con ética, con un nuevo rol del Estado, de la responsabilidad social empresarial, de la participación en medio de libertades de los sectores obreros, del respeto por los derechos humanos y al medio ambiente y a partir  de la participación y colaboración ciudadana diseñar un modelo económico con rostro humano y una sociedad igualitaria.

Panamá, posee un enorme capital natural que le provee de recursos como muy pocas regiones del planeta, también ha generado un capital construido que en muchos casos no ha servido para desarrollar el pais, ya que vía capital financiero a beneficiado a otras latitudes mientras que presenta sin dudas grandes falencias en el capital humano.

Por ello es que quizás como en pocos lugares del mundo el capital social se ha puesto en acción demostrando que ese capital que los indicadores del PIB no registran pese a ser aún uno de los países más desiguales, pueda ayudar a resolver lo que el pensamiento económico tradicional plantea dejar todo en manos del “mercado” no ha logrado hacer desde los comienzos de nuestra historia”.

Parafraseando a Bernardo Kliksberg autor del Libro “Hacia una economía con rostro humano”, pregunto ¿por qué en Panamá un país potencialmente tan rico se generan tantas dificultades sociales y económicas?, no debo agotar mis aportes en el cuestionamiento riguroso, sino que quisiera explorar soluciones concretas, proponiendo nuevas políticas de gerencia social, capital social, participación comunitaria, diseñar una nueva generación de políticas sociales. No puedo sustraerme de mostrar mi disconformidad y mi indignación, por el crecimiento de la pobreza provocada por una economía sin rostro humano.

Termino señalando que no he visto momento más eficaz, que este, para que, nuestros gobernantes se empinen por encima de las circunstancias históricas que se nos presentan aparentemente de contradicciones insalvables, y aprovechen esta coyuntura para diseñar en alianza con toda la sociedad un rostro humano para el modelo económico. El estado no solo es la representación jurídica de la nación o un conjunto de estructuras administrativas, sino sobre todo su máxima expresión política.  Por eso una de sus funciones más importantes consiste en garantizar un espacio donde se resuelvan todas las contradicciones. La idea de que se acaban todas nuestras contradicciones a partir de un acuerdo es una ingenuidad que no corresponde a la realidad objetiva. El dialogo permanente, la escucha activa y la transparencia de las instituciones públicas son a algunos de los factores que ayudan a consolidar la participación democrática en la sociedad panameña

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