Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Miles de latinoamericanos y hasta africanos se van caminando desde muy lejos para llegar a USA, con la idea de que estando allí puedan trabajar y enviarles ayuda a sus seres queridos.
Los norteamericanos se olvidan que ellos vinieron en las mismas circunstancias, con una mano adelante y la otra atrás. Buscaban un destino diferente al que tenían en Europa. Se olvidan incluso que les robaron las tierras a sus legítimos dueños y los asesinaron.
Pero los líderes de ese país han sembrado el odio contra los inmigrantes, especialmente latinoamericanos y este fin de semana se materializó un hecho terrible en el cual una persona envenenada de ese odio sembrado, arremetió con crueldad con un vehículo contra personas pacíficas de estaban en una parada en un lugar de Texas, cuando ya habían llegado al objetivo de su viaje.
Al ver el video no pude contener mis lágrimas, sentí una gran pena y dolor por los que envenenados son capaces de matar con frialdad a sus hermanos, pero mayor pena me causan los que desde el poder envenenan las mentes y corazones que luego se convierten en asesinos por encargo.
Nuestro Señor Jesucristo nos manda a Amar los unos a los otros.
En esta hora levanto una oración para que el dolor de todos los heridos sea reconfortado y el luto de los familiares de los mártires de la injusticia, sean capaces de perdonar a los que los odian, y sus corazones se puedan consagrar para hacer el bien y que se pueda cumplir el pleno propósito de sus vidas y que Dios acoja en su Reino de Justicia, a cada uno de los que han sido víctimas del odio, la injusticia y la sinrazón.
¡Así de sencilla es la cosa!
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