Corrupción, “COVID”, podredumbre y “CARNE-VALES”

Victoriano Rodríguez Santos
diostesalvepanama@yahoo.com

En Panamá la situación es terrible. Las calles infectadas de huecos, las aceras de basura, el IFARHU de dadivosos con los auxilios económicos para hijos de los dioses, perdón de los políticos pobres. El MEF endeudando, cada vez más al País mediante empréstitos, para pagar deudas y salarios, mientras muchos comercios se reservan entregar facturas, entre ellos restaurantes.

Un gobierno con exceso de incapaces, inventan obras faraónicas bajo la «técnica» de llave en mano y plata en el bolsillo. Huecos llamados calle. El MOP de plácemes, construyendo la Torre de Babel. El Ministro de Salud y directores nacionales de la CSS abanicando –nuevamente- obligar otra experimental vacuna COVID -en Europa dicen no es funcional-. La Asamblea con más funcionarios que puestos hay en sus edificios. Finalmente su producción es ínfima en beneficio de la población, en fin, al igual que aumenta la basura en las aceras de las calles, también las botellas. Todo parece estar hediondo, la putrefacción se siente.

El Tribunal Electoral no tuvo la capacidad de legislar para hacer una ley, reglamento o instructivo que limitará e impidiera la corrupción dentro del proceso de libre postulación. Se habla de corrupción por la falta de un ordenamiento limítrofe entre quienes realmente son independientes y quienes, por ser figuras políticas partidistas -incluso actualmente en escaños de elección o directivos en partidos políticos- se les debe rechazar de plano. Negar total y directamente la participación como candidatos independientes, salvó que el interés fuere causar confusión, libertinaje, poca o ninguna transparencia en el sistema, inclinándose hacia la partidocracia, situación que los señores magistrados deben explicar en forma simple y sencilla en un foro, pero aún así,  algo hiede a podrido, porque el sistema parece estar putrefacto.

Sigue la ciudad de Panamá con la fiesta de BASURA en las aceras y políticos corruptos tomándose las calles. Aún así, la Alcaldía del Distrito capital (alcalde y vice), pretenden «GASTAR» -con poco o ningún control- casi seis millones de dólares en desfile de Navidad. Desfile de unos minutos, basura por siempre, con posible brotes de enfermedades o epidemias. Algo putrefacto azota el ambiente.

Mientras el Ministro de Salud anuncia una supuesta 6ta OLA de COVID, el presidente de la República abanica carne-vales. Igual que en la antigua Roma, “Pan y Circo para el pueblo”. Adicional a ello, otra amenaza de presidio domiciliario por COVID. Otro posible saqueo de piratas y corsarios. Ayer extranjeros, hoy presuntamente nacionales.

Lo que no han dicho abiertamente es la pretensión del traslado de toda atención de salud a la Ciudad Hospitalaria. Ello implica que pacientes de hemodiálisis, cáncer y otras enfermedades crónicas o terminales pudiéramos morir en el trayecto -de existir esos tranques descomunales en la vía, sería peor-, quizás una de las razones de mantener en deterioro algunos hospitales de la república, principalmente en la provincia de Panamá. Aves de rapiña vuelan, revoletean y planean sobre el MINSA y la CSS.

Propiamente dicho, más grande que la engañosa pandemia, pero mucho más grande, es la que atraviesa el pueblo panameño, con los exorbitantes niveles de CORRUPCIÓN, dónde «entran limpios y salen millonarios”. Quienes investigan o deben aplicar la ley, se protegen, mientras el pueblo calla por vergüenza de ser honesto. El ambiente putrefacto se expande.

Si la gasolina está a 3.25 dólares el galón es por la participación directa, firme, decidida y honesta de nuestros aborígenes Ngäbe Buglé, los demás nos mantuvimos desde las aceras viendo pasar el cadáver de la decencia, orgullo, nacionalismo y dignidad. Prueba es que la “mesa de diálogo” Resultó un fracaso; quedó en el aire y la lucha iniciada por nuestros aborígenes no supo ser defendida por las organizaciones gremiales. Vuela en mi mente un pensamiento. Un fragmento del poema “Canto a Panamá” del Maestro Gaspar Octavio Hernández, donde expresa:

“¡Bandera de la patria!. Sube…, sube/ hasta perderte en el azul… y luego/de flotar en la patria del querube;/de flotar junto al ,velo de la nube,/si ves que el Hado ciego/en los istmeños puso cobardía,/desciende al istmo convertida en fuego/y extingue con febril desasosiego/¡a los que amaron tu esplendor un día!”, Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, humanista.

 

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