El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
A propósito de los servicios de salud privados.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
No cabe dudas, los déficits de atención del sistema de salud pública, obliga, ha sido un factor muy bien aprovechado por el sector privado para disparar los precios de sus productos y servicios.
Los precios de los servicios de salud en el sector privado, solo los pueden pagar, panameños con ingresos salariales altísimos y con seguro privado.
La mayoría de los panameños, tienen ingresos salariales que hacen imposible acceder a servicios de salud en el sector privado. A menos que se endeude con un banco y destine ahorros de toda su vida para tales menesteres.
Esos servicios de salud y hospitalización privado, sus costos, lo determina la libre oferta y demanda. Tómelo o déjelo. O muérase.
En sus hospitales, le facturan hasta el palillo de diente. No existe el sentido de la humanidad. Sencillo, si no tiene para abono y pago de hospitalización, no habilitas para acceder a tales servicios.
La caja de seguro social, sus problemas, no juega el papel de presionar hacia una baja en los costos de los servicios que ofrecen las empresas. Todo lo contrario, sus problemas y déficits de atenciones, dispara los costos de la medicina privada.
En este tema de la medicina privada, los gobiernos miran para otro lado.
Somos del criterio que, tratándose de la salud, hace imperativo legislar sobre esta materia, de tal suerte que en estos servicios, aplique la máxima de la economía privada-capitalista en función de lo social. La constitución lo consagra.
No se trata de eliminar los servicios privados de salud, sino dotarlos de un carácter más humano y no excesivamente mercantilista.
Tal vez exagere, estas empresas, dejan la impresión, que la salud, sus servicios, están condicionados por el dinero.
Un amigo, por curiosidad fue a cotizar una cirugía de corazón abierto y la misma ascendió a más de 100 mil dólares. Estar hospitalizado por más de un mes, su costo excede los 30 mil dólares.
Reitero, en nuestro país donde los ingresos salariales no dan para cubrir tales costos, obligan al endeudamiento. No hay alternativas. En el seguro social, las filas de espera por servicios especializados, toman meses y hasta años. Conjeturo, seguramente panameños partieron esperando cita. O el sencillamente no hay camas.
El gobierno está obligado a intervenir, de tal manera que los servicios de salud, no se vuelen la cerca en materia de honorarios y costos; tengan un sentido realmente humano.
Basta de exacerbado abuso y miserableza.
DIOS NOS BENDIGA A TODOS.
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