Omar en el Recuerdo.|

Omar entre los estudiantes de la Federación de Estudiantes de Panamá

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

Una Vez le escuché decir al General Omar Torrijos que; el lugar más íntimo de una casa no es la alcoba, sino la cocina. Allí tiene lugar la asamblea familiar diaria. Se hace un balance de los logros, las tareas de cada quien, y se expresan los sentimientos alrededor del plato de arroz con frijoles, del concolón, del café con tortilla y queso. Y no hay engaño ante la realidad tangible que rebasa todo fingimiento.

Si el que te invita, permite que llegues a su cocina, es porque te extiende la confianza y te dá derecho a disfrutar de la pureza de una familia que no esconde nada de lo valioso que se tiene.

Torrijos fue un ser humano sencillo y lleno de faltas, como todos nosotros, pero lo distinguía el sueño de su generación y la de muchas otras, ver ondear una sola bandera, la nuestra, en nuestro territorio.

Gobernó el país durante 10 años y en ese periodo se enraizó la igualdad, empezaron a ser respetados los campesinos, los negros, los indígenas que antes no contaban. La juventud asume tareas libertarias y las mujeres se organizaron. El país entero asumió la tarea de la construcción de oportunidades para todos, especialmente para aquellos que, se nos estaba vedada.

En otras latitudes, el sonido de un helicóptero era sinónimo de bombas destructoras, de muerte y de persecución. Aquí en Panamá, era el sinónimo de una visita amiga, de un hombre que entendió que, el poder es para servir a los que menos tienen y para abrir la trocha de la esperanza de la patria.

Nos unimos al homenaje de Gratitud a Jesucristo por la vida de este veragüense distinguido, Omar Torrijos Herrera que, marcó una historia en donde salimos de la ignominia y nos mudamos al campo de la dignidad, en donde los mezquinos han hecho de todo, para volvernos al escenario de la deshonra, porque han hecho florecer al árbol de la corrupción y han embriagado y envilecido, con sus frutos, a toda nuestra sociedad que, hoy camina trémula y desfallecida, divagando y sin saber cómo recuperarse.

He allí, la tarea de los patriotas y torrijistas. Recuperar el camino digno que abandonamos con las consecuencias dolorosas que hoy vivimos en carne propia.

¡Así de sencilla es la Cosa!

11 Hay varios Likes:) Gracias...